Es entretenido
analizar cómo está tejida la realidad humana. Actualmente se opone firmemente y
con autoconvicción al resto del planeta sin pensarlo demasiado. Sus conceptos inventados
son dogma y sus instintos más básicos ley.
Una de las cosas más
cómicas dentro de la conquista humana son sus propias limitaciones. Todo lo
quieren meter dentro de un recinto cerrado. Todos sus conceptos se basan en la
limitación tanto física como mental.
Esto se inaugura con
los números. Por ejemplo comenzando con un animal, una vaca. El ser humano ve
eso, una vaca. Nadie se cuestiona porqué una, ya que llevamos miles de años
cazando “unidades”. Pero una vaca son millones de células diferentes, formadas
por millones de moléculas y a su vez compuestas por millones de átomos. Hacemos
una distinción contundente entre aire y carne sin siquiera plantearlo.
En nuestras inocentes
limitaciones basadas en la humildad de nuestros sentidos no podemos evitar
hacer distinciones entre lo que nuestros ojos, oídos, boca y piel pueden
percibir. Pero lo interesante no es nuestra predisposición a la limitación,
sino la imposición de este hecho.
Como dudoso lector no
puedes evitar cuestionar absolutamente todo lo que he dicho, y es lógico, ya
que vivimos rodeados de cifras. Y me dirías ¿Cómo no vas a diferenciar el aire
de la carne?
¿Acaso tú diferencias
el oxígeno del nitrógeno del aire? Y aún si lo hiciésemos ¿porqué para un ser “individual”
es necesaria una diferenciación?
Al igual que no son
necesarias las palabras, que son también una limitación a lo que percibimos o
pensamos.
Pero claro el ser
humano es gregario (o eso dicen). Todos nuestros límites provienen de la
convivencia. No puedes transferir una idea sin conceptualizarla, sin
cosificarla y reducirla a algo ridículamente ínfimo como los inocentes dibujos
de las estrellas.
Es gracioso. Mientras
escribo estoy constantemente contradiciéndome, pero como he dicho antes, es
inevitable para la convivencia, y con esto la comunicación.
Reniego de la unidad
y la pluralidad. Rompería los límites de nuestro concepto de vida y me
limitaría a afirmar que no puedo confirmar ni la existencia misma.
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